El pasado viernes 15 de noviembre, 64 estudiantes del Colegio Champagnat de Villa Alemana vivieron su Primera Comunión, un paso fundamental en su camino de fe.
La ceremonia, presidida por el Padre Carlos Suárez, fue una verdadera fiesta de encuentro con Jesús, quien se queda siempre a nuestro lado. Esta celebración fue posible gracias al apoyo incondicional de las familias y de toda la comunidad educativa del colegio.
Durante la eucaristía, los niños y niñas llevaron al altar los distintivos de la catequesis familiar, los cuales usaron cada viernes en sus encuentros. Además, se ofrecieron flores como signo de vida y armonía, fruto del trabajo entre catequistas y familias.
Las catequistas, por su parte, prepararon un regalo especial: pulseras que simbolizan el recuerdo y el compromiso de los niños con su vida de fe. El Consejo Directivo presentó el pan y el vino, elementos centrales de la celebración.
El estudiante Gabriel Aguirre destacó la importancia de este proceso al comentar: “Lo más importante en todo este proceso fue entender lo que es la primera comunión para todos nosotros. Íbamos a recibir el cuerpo de Jesús y con esto comenzar con el camino de fe en Dios sobre todas las cosas”.
Esta celebración marcó un hito en la vida espiritual de los estudiantes y también fue un momento de unión y alegría para toda la comunidad educativa, señaló el coordinador de evangelización explícita, Rafael Muñoz.