La Eucaristía, que tuvo lugar en el estadio marista, se convirtió en un espacio especial, lleno de oración y encuentro con Dios.

La rectora, María Alejandra Silva, dio la bienvenida a todos y destacó la importancia de la Primera Comunión como un día especial lleno de esperanza. En sus palabras, resaltó que esta celebración es una fiesta en la que se reconoce que Jesús siempre está presente y que nunca se separará de los estudiantes. Agradeció a los padres, abuelos, familias y a la comunidad educativa del Colegio Champagnat por apoyar a los estudiantes en este importante paso y alentarlos a seguir creciendo en la fe.

La Eucaristía fue presidida por el Padre Manuel Lizana, quien guió a los estudiantes en este momento íntimo de recibir por primera vez el sacramento de la Comunión.

La comunidad educativa se unió para celebrar con gozo este hito en la vida espiritual de los estudiantes, marcando así un día inolvidable en su camino de fe.

Leonor Vera, estudiante que recibió a Jesús Sacramentado, entregó un mensaje al concluir la Eucaristía. En representación de sus compañeros, Leonor compartió su experiencia en el proceso de preparación a la primera comunión.

"El grupo fue participativo, colaborador y bien guiado por las catequistas. Disfrutamos de actividades grupales, como juegos y mímica. Destacó el aprendizaje de los 7 sacramentos mediante actividades divertidas y la representación de la ceremonia de la primera comunión. Este caminar nos permite comprender la importancia de la comunión y comenzar el camino de fe en Dios."

La comunidad marista de Villa Alemana agradece a las catequistas por su tiempo, dedicación y enseñanzas, concluyendo con un agradecimiento a todos los presentes.