Con un número no superior a las 60 personas se realizó esta actividad en las dependencias de nuestro colegio, dato que quedó en segundo plano cuando descubrimos que la calidez de cada uno de ellos superaba el millar, nos reímos, reflexionamos, cantamos, nos emocionamos, en una dinámica de alegría y agilidad, rotando por distintos momentos, Música, Imagen y Palabra. Finalmente compartimos un Vino de Honor en el que bendecimos a Dios por todos los beneficios que nos ha dado y por supuesto por nuestro Padre Champagnat que nos congregaba en torno a Jesucristo y su Buena Madre. Oportunidad en que algunos de los participantes compartieron su experiencia de la jornada con todos. La experiencia vivida fue como la de los apóstoles, “hagamos unas tiendas aquí”, ya que se sentía muy bien estar en tanta comunión con los hermanos. La invitación y el desafío que nos queda es llevar experiencias como ésta a quienes no asistieron y a nuestras familias.

La invitación queda abierta para una próxima oportunidad especialmente a aquellos que por distintas razones no pudieron asistir.